Vomitar es una forma más de no enfrentarse a la realidad
cuando la realidad sube a 47º por gota en sangre
y ninguno se refiere a la temperatura de mis ingles.
Y yo, que solo puedo vomitarte en un papel,
me bebo de un trago las ganas
para quitarme la acidez del esófago,
y dejo que tu utopía me arda en las venas,
como me arde tu olor en los pulmones
cada vez que no te respiro.
-Yo no quise follar, sino hacer el amor-
Yo me conformo con cualquiera de ambas,
si así consigo que vomites mi nombre.
14 de abril de 2013
1 de marzo de 2013
Y antes, dos besos de saludo
Luz tenue, sepia.
Dos vasos de whisky vacíos en la mesita de cama de un dormitorio con poca decoración.
Los hielos aún vivos, descansando en una aguarchada base de restos de alcohol. Los grados en sangre justos para que la amistad no se vista de conciencia y cobre peaje en la autopista a la lujuria.
Y empieza con impaciencia el juego de imprudencias. Empieza con lo que un jurado objetivo llamaría beso. Y vaya si continúa.
Qué le importa al tiempo lo que nos dure la noche, si yo solo quiero desvestirte los años, desorientarte la gravedad, mezclarme con tu oxigeno y que se te clave el aire en los pulmones.
Y dejar aquí la historia, porque darle fin iba a ser proclamar ganador al tiempo; y a este deseo, no le gana en eterno.
Dos vasos de whisky vacíos en la mesita de cama de un dormitorio con poca decoración.
Los hielos aún vivos, descansando en una aguarchada base de restos de alcohol. Los grados en sangre justos para que la amistad no se vista de conciencia y cobre peaje en la autopista a la lujuria.
Y empieza con impaciencia el juego de imprudencias. Empieza con lo que un jurado objetivo llamaría beso. Y vaya si continúa.
Qué le importa al tiempo lo que nos dure la noche, si yo solo quiero desvestirte los años, desorientarte la gravedad, mezclarme con tu oxigeno y que se te clave el aire en los pulmones.
Y dejar aquí la historia, porque darle fin iba a ser proclamar ganador al tiempo; y a este deseo, no le gana en eterno.
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