Por esa razón, el arte es la hostia.
Porque trae a este mundo de leyes mortales la obra que pertenece al universo de lo ficticio,
de lo irreal, de lo que desafía las leyes de la materia y lo que conocemos.
En forma y experiencia.
Me gusta esa mirada de la artista.
Cuando mira a un punto de su entorno, como un edificio de la calle, sin ver, y ve cosas.
Y tú ves que lo que está viendo no está en el edificio.
Son sus ideas. Sus películas. Como si saliesen de su cabeza y se colocasen, delante de sus ojos.
Tú no puedes verlos. Pero ellas lo ven.
"Artistas somos todas". Pues no, tampoco.
Si bien que todo el mundo tiene algo de arte propio.
Porque hay arte en la vida. Le pese a quien le pese.
Hay gente que no ve nada, o que no sabe lo que ve.
Yo soy de las que no saben lo que ve.
Pero lo siento dentro.
No puedo materializarlo en algo que no sea mi cuerpo, pero lo siento.
De algún modo, aunque no sea el coreográfico, también soy artista. De la pista.
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