Miedo a quedar dormida, despertar, y que el mundo no exista como lo conozco.
Después de irme echando pestes, me atrevo a culparles de no recordarme.
Ser extranjera en mi propia casa.
El hogar es un cristal frágil,
cuando se rompe centellea en mil añicos afilados.
Se clavan, devolviéndote tu mirada atónita.
Irme lejos en el mapa. Donde hay dragones.
Donde no escucho el CHÁSS!! de mis latigazos.
"No eres de aquí". CHÁSS!
"No eres importante". CHÁSS!
"No te recuerdan". CHÁSS!
Pubertar de nuevo.
¿A dónde te vas cuando de lo que huyes es de dentro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario