26 de septiembre de 2022

Engancharse a la pena

Tengo miedo a que todo desaparezca.
Miedo a quedar dormida, despertar, y que el mundo no exista como lo conozco.
Después de irme echando pestes, me atrevo a culparles de no recordarme.
Ser extranjera en mi propia casa.
El hogar es un cristal frágil,
cuando se rompe centellea en mil añicos afilados.
Se clavan, devolviéndote tu mirada atónita.

Irme lejos en el mapa. Donde hay dragones. 
Donde no escucho el CHÁSS!! de mis latigazos.
"No eres de aquí". CHÁSS!
"No eres importante". CHÁSS!
"No te recuerdan". CHÁSS!
 Pubertar de nuevo.
¿A dónde te vas cuando de lo que huyes es de dentro?

La playa petá

 La alegría nos permite estar más juntos

El estar más juntos nos permite alegría
Los países de distancia son también los más silenciosos
La alegría, o el dolor, son de naturaleza ruidosa. La intensidad no pasa desapercibida.

28 de agosto de 2022

Cosas que no están (LO INVISIBLE)

La realidad es una dimensión diferente de lo imaginario.
Por esa razón, el arte es la hostia.
Porque trae a este mundo de leyes mortales la obra que pertenece al universo de lo ficticio, 
de lo irreal, de lo que desafía las leyes de la materia y lo que conocemos.
En forma y experiencia.

Me gusta esa mirada de la artista. 
Cuando mira a un punto de su entorno, como un edificio de la calle, sin ver, y ve cosas.
Y tú ves que lo que está viendo no está en el edificio. 
Son sus ideas. Sus películas. Como si saliesen de su cabeza y se colocasen, delante de sus ojos.
Tú no puedes verlos. Pero ellas lo ven. 
"Artistas somos todas". Pues no, tampoco.
Si bien que todo el mundo tiene algo de arte propio.
Porque hay arte en la vida. Le pese a quien le pese.

Hay gente que no ve nada, o que no sabe lo que ve. 
Yo soy de las que no saben lo que ve. 
Pero lo siento dentro. 
No puedo materializarlo en algo que no sea mi cuerpo, pero lo siento. 
De algún modo, aunque no sea el coreográfico, también soy artista. De la pista.