15 de abril de 2012

-Tus llaves.

Confío en que algún día
te resulte raro no despertar con mis medias en el suelo
y al entrar en tu cocina
calcules mal la cantidad de café para uno.

Confío en que algún día
te sobre espacio en la almohada
y encuentres que de las veinticuatro horas del día
te aburren más de la mitad.

Confío en que algún día
no encuentres utilidad al vaso de cepillo de dientes
y que al abrir el cajón de tu cómoda
te topes con demasiados condones caducados.

Sé que las colillas dejarán menos daño en tus pulmones
del que te va a dejar el respirar mi piel lejana en tus sábanas
y sé que empezarás a conducir
buscando curvas que te provoquen más adrenalina
que el riesgo de mi cintura y mis piernas
y sé que no serás lo suficientemente inteligente
para aprender que la felicidad no está en el fondo
de tus cubatas de discoteca
y que volverás a barrer las caricias de una mujer
que adoraría mantener tu casa limpia
y que te perderás en moteles con putas
mientras tus hijos te esperan con los deberes del cole.

No apliques la lógica,
ninguno de estos versos
es quien empaqueta mis maletas,
es que aún conociendo mis numerosas alergias
dejabas las ventanas abiertas
como me dejabas desangrarme entre tus manos
buscando ocupación para la tarde de un domingo.

1 comentario:

  1. Los poemas así tan crudos me dan hambre, gracias por el canibalismo.

    Salud-os.

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