24 de abril de 2012

Por no beber más vodka de extraños

Aquí pensándote, que voy a acabarme esta colilla sentada en la terraza que da a la calle
con la camiseta colgando de alguna lámpara
y tú no vas a salir a gritarle al vecino que deje de mirar el torso de tu chica desnudo
ni a devolverme la camiseta
aunque pensases volverla a colgar de la lámpara segundos más tarde; y dejarla ahí oscilando sobre largos jadeos.
Así que estrujo mis ganas contra el cenicero
y por si reduerdas dónde vivo, me fumo otro más.

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