Luchas interminables sobre mis verdaderas conveniencias de inversiones.
De nuevo en números rojos,
excedí insensatamente el fondo de ilusiones de algún inocente acreedor,
llevándome una vez más a la quiebra.
Un fiasco, ya casi había pagado mi última hipoteca.
Otra vez tendré que huir de la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario